Descubrimos los reservorios venosos: una herramienta vital en oncología intervencionista

La oncología intervencionista es una rama de la medicina que se ha convertido en una pieza fundamental en el tratamiento del cáncer. Dentro de esta disciplina, uno de los avances más significativos ha sido el desarrollo y la utilización de los reservorios venosos, también conocidos como puertos o catéteres venosos implantables.

Estos dispositivos médicos han revolucionado la forma en la que los pacientes oncológicos reciben tratamientos y terapias para curar o aliviar el cáncer. De esta forma, se ha conseguido mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes y su capacidad para enfrentar la enfermedad.

A pesar de todo ello, aún hay muchas personas que no conocen qué son los reservorios venosos, cuándo se utilizan y cuáles son sus ventajas en el tratamiento oncológico. Por eso, en este artículo vamos a dar las claves y características esenciales de este tratamiento en oncología intervencionista que lleva años revolucionando el sector.

¿Qué son los reservorios venosos?

Contenido

Empecemos por lo más importante para tratar este tema: qué son exactamente los reservorios venosos. Se trata de dispositivos médicos implantables diseñados para facilitar la administración de medicamentos y tratamientos intravenosos a pacientes con cáncer. Además, estos dispositivos también pueden utilizarse para el tratamiento de otras enfermedades crónicas que requieren terapias frecuentes.

Los reservorios venosos constan de dos componentes principales: un puerto o reservorio que se implanta quirúrgicamente debajo de la piel (generalmente, en el pecho) y un catéter que se introduce en una vena principal como la vena cava superior.

Al tener un puerto conectado al catéter situado justo debajo de la piel, estos dispositivos permiten un acceso fácil y seguro para administrar medicamentos.

¿Cuándo se utilizan los reservorios venosos?

Aunque los reservorios venosos se han dado a conocer por sus beneficios en el campo de la oncología, estos dispositivos implantables se utilizan en una gran variedad de situaciones médicas. Algunas de las situaciones en las que se pueden utilizar son:

  • Quimioterapia: algunos pacientes oncológicos requieren ciclos de quimioterapia constantes. En estos casos, los reservorios venosos proporcionan una vía de administración menos dolorosa y sencilla para realizar estos tratamientos. Así, se evitan las punciones de vena constantes con todo lo que esto conlleva como, por ejemplo, el riesgo de daño a las venas periféricas.
  • Terapia de nutrición parenteral: en algunos casos, los pacientes de cáncer y otras enfermedades no pueden alimentarse adecuadamente por vía oral. En estas situaciones, utilizar un reservorio venoso es especialmente interesante para poder administrar nutrientes directamente en el sistema circulatorio.
  • Terapia de dolor: los pacientes de ciertos tipos de cáncer y de multitud de enfermedades experimentan un dolor crónico que requiere la administración continuada de medicamentos para controlarlo. Para ello, los reservorios venosos permiten una administración precisa y controlada de analgésicos además de mucho más cómoda para el paciente.
  • Tratamientos biológicos: los tratamientos dirigidos y las terapias biológicas, a menudo, requieren una administración intravenosa. Los reservorios venosos son los encargados de facilitar este proceso.

Ventajas de los reservorios venosos

La utilización de los reservorios venosos ofrece numerosas ventajas, tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. Algunas de las ventajas más interesantes incluyen:

  • Menor dolor y malestar: a diferencia de las repetidas venopunciones (que suelen ser dolorosas y conllevar ciertos riesgos), los reservorios venosos minimizan el trauma en las venas periféricas. Esto resulta en una mayor calidad de vida para los pacientes.
  • Acceso sencillo: los reservorios venosos proporcionan un acceso sencillo y constante a la circulación sanguínea, permitiendo así la administración de tratamientos y la extracción de muestras de sangre para pruebas de laboratorio.
  • Menos riesgo de infección: al encontrar el puerto del reservorio justo debajo de la piel, el riesgo de infección es mucho mejor que cuando se utilizan catéteres venosos periféricos.
  • Mayor durabilidad: los reservorios venosos están diseñados para ser muy duraderos. En concreto, estos dispositivos intravenosos pueden utilizarse durante meses o, incluso, años. Esto reduce la necesidad de reemplazos frecuentes que podrían tener otros dispositivos.
  • Mejora en la calidad de vida: al reducir la incomodidad y el estrés asociados a la administración de medicamentos, los reservorios mejoran la calidad de vida de los pacientes. Además, les permiten mantener una rutina diaria mucho más normalizada.
  • Discreción: los reservorios venosos se colocan debajo de la piel, por lo que no pueden verse externamente. Esto permite a los pacientes llevar una vida normal sin que el dispositivo sea un elemento llamativo en su físico o una fuente de autoconciencia.

Otros aspectos destacados de los reservorios venosos

Además de sus ventajas, los reservorios venosos presentan otras características que los convierten en un elemento indispensable en el mundo de la oncología intervencionista:

  • Implantación quirúrgica: la colocación del reservorio requiere de una intervención quirúrgica menor muy sencilla que generalmente se realiza simplemente bajo anestesia local.
  • Mantenimiento regular: a pesar de su durabilidad, estos dispositivos requieren mantenimiento regular para prevenir complicaciones como la obstrucción del catéter o las infecciones.
  • Retirada al final del tratamiento: cuando el paciente completa su tratamiento oncológico, el reservorio venoso se puede retirar en una sencilla intervención quirúrgica.
  • Seguridad: estos dispositivos cuentan con sistemas de seguridad para evitar la administración incorrecta de medicamentos o soluciones.

Adaptabilidad: los reservorios venosos pueden adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente. El tipo de catéter, el tamaño del puerto y otros detalles pueden personalizarse según las indicaciones de los profesionales médicos.