Los microorganismos son organismos vivos demasiado pequeños para ser detectados a simple vista y que solo pueden ser visualizados a través de un microscopio. Estos organismos, también conocidos como microbios, son muy diversos y pueden incluir bacterias, protozoos, algas y hongos. Debes saber que a pesar de su reducido tamaño desempeñan un papel fundamental en la biosfera, ya que son responsables de procesos clave como la descomposición de la materia orgánica, fijación de nitrógeno y la producción de alimentos. No obstante, también pueden ser patógenos y causar enfermedades en humanos, animales y plantas. Es ahí donde entran en escena, como dirían los ingleses: «the antibacterial additives».
¿Pero qué son los aditivos antibacterianos?
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Los aditivos antimicrobianos son compuestos que se añaden a los productos para prevenir el crecimiento y la proliferación de microorganismos, como bacterias, hongos y virus. Realmente, constituyen una vía excelente para garantizar la prevención de enfermedades infecciosas. Suelen ser formulados en forma de polvo, siendo cada vez más común su uso en diversos productos, ya que garantizan la seguridad y la salud de los consumidores.
¿Por qué son tan necesarios?
Tal como se dice en francés, les additifs antimicrobiens, son fundamentales por varias razones, siendo su funcionamiento muy similar al de los antibióticos que destruyen o detienen el crecimiento de las bacterias dentro de nuestro cuerpo.
- Para empezar, son imprescindibles para prevenir la propagación de gérmenes y bacterias. Cada día más, se reportan casos de personas que contraen enfermedades debido al consumo de alimentos contaminados por gérmenes. Estos compuestos poseen la capacidad de inhibir el crecimiento de bacterias y constituyen una nueva forma de garantizar la prevención de enfermedades, Por lo tanto, son esenciales para prevenir la propagación de diversas afecciones y mantener la salud pública en entornos donde la higiene es crucial, como en los hospitales y en la producción de alimentos.
- En línea con el punto anterior, el uso de estos elementos en medicina veterinaria garantiza la salud y el bienestar animal. No hay que olvidar que las enfermedades animales pueden transmitirse a los seres humanos, causando en numerosas ocasiones graves consecuencias para la salud pública.
- Por otra parte, también aumentan la longevidad y durabilidad del producto. Los aditivos de cobre antimicrobianos protegen contra virus, hongos y bacterias y se pueden encontrar en productos de conservación e higiene. Además, debido a cambios genéticos y transferencias de rasgos de resistencia antimicrobiana, las bacterias pueden adquirir genes que les permiten sobrevivir. Es por este motivo, que los aditivos antimicrobianos son fundamentales para garantizar la durabilidad y seguridad de los productos.
- Igualmente, el uso de aditivos alimentarios destinados a la salud intestinal puede reducir la necesidad de antibióticos en la producción de alimentos.
- Asimismo, pueden ser muy útiles en la producción de materiales sólidos, como plásticos y tejidos, que tienen elementos activos que matan las bacterias.
Sus diferentes aplicaciones
Sin duda alguna las propiedades de estas sustancias los convierten en una herramienta excelente para prevenir la contaminación microbiana en diversas aplicaciones.
- Son ampliamente utilizados en la fabricación de plásticos, textiles, papeles y otros materiales para mejorar la seguridad y la higiene en diferentes entornos. Por ejemplo, en el sector alimentario, los aditivos antimicrobianos se utilizan para evitar la proliferación de bacterias y otros microorganismos en los alimentos.
- En la industria médica, los aditivos antimicrobianos se utilizan para prevenir la contaminación en equipos médicos y superficies hospitalarias, lo que ayuda a reducir la propagación de infecciones.
- De igual modo, son utilizados en la fabricación de productos de cuidado personal, como jabones y desodorantes, para impedir el crecimiento de bacterias que causan malos olores y enfermedades en la piel.
- ¡Y por si aún no fuera suficiente! la tecnología de los aditivos antimicrobianos (antimikroben-zusätze, en alemán), puede minimizar la colonización microbiana en diferentes superficies, lo que reduce la posibilidad de manchas y olores desagradables.
En cuanto a la cerámica antimicrobiana
La cerámica antibacteriana es una opción muy interesante para aquellos que buscan una forma adicional de mantener las superficies libres de microbios nocivos, resultando especialmente necesaria en entornos donde la higiene es una preocupación importante, como por ejemplo, hospitales, clínicas, cocinas y baños,
Cabe señalar, que proporciona una gran protección adicional contra el crecimiento de moho, hongos y otros microorganismos que causan problemas de salud y malos olores en el hogar o en otros ambientes, ya que este tipo de cerámica ha sido tratada con un agente germicida que ayuda a controlar el crecimiento de microorganismos en su superficie. Dicho tratamiento se lleva a cabo mediante la adición de elementos como la plata, un agente antimibacteriano muy efectivo y de amplio espectro contra una gran variedad de microorganismos.
Como puedes observar después de lo hasta aquí escrito, los aditivos antibacterianos son indispensables para eludir la propagación de enfermedades y mantener la higiene adecuada en distintos lugares. Estos activos ayudan a inhibir el crecimiento de microorganismos, lo que es especialmente importante en la producción de alimentos, materiales sólidos y en la atención médica.
Eso sí, a la hora se incluir un aditivo antimicrobiano en tu vida, desde aquí te recomendamos que solicites el asesoramiento de un experto equipo de profesionales como el que encontrarás en Bactiblock, una plataforma segura y confiable que cuenta con una amplia trayectoria en el sector.