Una hernia inguinal es un abultamiento en la zona de la ingle. Por lo general, esta se produce cuando una parte del intestino o de la grasa abdominal sobresale a través de una abertura de la pared abdominal. En esta ocasión, vamos a conocer la importancia de una buena dieta con hernia inguinal.
Los síntomas más frecuentes de una hernia inguinal son dolor o sensibilidad en la zona de la protuberancia. Un dolor que se da, especialmente, cuando el paciente levanta objetos pesados o realiza cualquier ejercicio físico. También se suele experimentar una sensación de pesadez en la zona abdominal.
La importancia de una óptima alimentación con hernia inguinal
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Una dieta adecuada es fundamental para reducir los síntomas de una hernia inguinal y prevenir complicaciones. En este sentido, es muy importante que el paciente logre mantener un peso saludable para que no se incremente la presión en la zona abdominal. De lo contrario, es evidente que los síntomas de la hernia se agravarán.
Por lo general, hay que evitar el consumo de alimentos procesados y ricos en grasas y azúcares. La dieta, en cambio, debe basarse en frutas, verduras y alimentos ricos en proteínas y grasas saludables. A su vez, es necesario cuidar la hidratación bebiendo suficiente agua, lo que también va a ayudar a facilitar la digestión en las comidas.
Una buena alimentación también es clave para evitar los problemas de estreñimiento. Un trastorno que también aumenta la presión en la zona abdominal y empeora los síntomas de la hernia inguinal. En este sentido, hay que incluir en la dieta alimentos que sean ricos en fibra, especialmente frutas, verduras, frutos secos y cereales integrales.
Un aditivo antibacteriano es una buena solución para tomar estos alimentos con total seguridad, ya que inhiben el crecimiento de bacterias y hongos cuando estos son incorporados a diferentes tipos de productos o materiales.
La obesidad como factor de riesgo de una hernia inguinal
La obesidad está considerado un factor de riesgo a la hora de poder sufrir una hernia inguinal. El exceso de peso ejerce una presión adicional en la zona de la ingle y debilita los tejidos y los músculos que sostienen los órganos en su lugar. Hay quienes emplean una crema con ingredientes antimicrobianos para tratar la piel de la hernia inguinal, pero no es lo más recomendable.
Asimismo, la obesidad también puede dificultar el diagnóstico de una hernia inguinal. ¿A qué se debe esto? Pues al hecho de que si la capa de grasa abdominal es abultada se puede ocultar la protuberancia que da lugar a la hernia.
De esta forma, las personas con problemas de obesidad deben, en la medida de lo posible, bajar de peso para prevenir los problemas de hernia inguinal. Para ello, nada mejor que llevar una óptima alimentación.
Alimentos indispensables para tratar la hernia inguinal
Una dieta equilibrada va a permitir al paciente acelerar el proceso de curación de la hernia inguinal. Si tenemos que hablar de los alimentos fundamentales para este problema, habría que incluir los siguientes:
- Alimentos ricos en fibra para prevenir el estreñimiento.
- Alimentos ricos en proteínas para reparar y fortalecer los tejidos.
- Frutas y verduras frescas ricas en vitaminas y minerales, así como cereales integrales, avena y arroz integral.
- Pollo, pescado, huevos y productos lácteos bajos en grasa como fuente de proteínas.
Alimentos a evitar con una hernia inguinal
Dentro de la dieta saludable que lleves a cabo durante una hernia inguinal, es muy importante que prestes especial atención a los alimentos a evitar. Las recomendaciones más habituales por los especialistas médicos son las siguientes:
- Evitar los alimentos que causan estreñimiento, especialmente aquellos ricos en grasa y bajos en fibra (alimentos fritos, carnes rojas, productos lácteos enteros, etc.). El estreñimiento provoca que tengas que hacer un esfuerzo para evacuar las heces, lo que va a llevar a que aumente la presión sobre la zona abdominal.
- No consumas alimentos picantes ni excesivamente condimentados, ya que irritan el estómago y causan acidez estomacal.
- No comer alimentos ni bebidas que produzcan gases (legumbres, cebollas, coles de Bruselas, brócoli, bebidas azucaradas, etc.). Los gases producen hinchazón y también aumentan la presión abdominal.
- Evitar los alimentos y bebidas que contienen cafeína (café, té y bebidas energéticas). La cafeína incrementa los niveles de acidez estomacal, lo que hará que sientas más molesta la hernia inguinal.
¿Se recomienda hacer ejercicio con una hernia inguinal?
Por lo general, el especialista médico es el que valora si el paciente con hernia inguinal puede realizar algún tipo de ejercicio o no. En todo caso, debe evitarse cualquier tipo de actividad física que ejerza presión o tensión en la zona afectada.
No obstante, hay ciertos ejercicios que pueden ayudar a fortalecer los músculos de la pared abdominal y reducir futuras complicaciones en la hernia inguinal. La mayoría de estos ejercicios son de bajo impacto y tienen que ver con actividades diarias como caminar, nadar o montar en bicicleta estática.
No obstante, sea cual sea tu caso, lo más importante es dejarse asesorar por el especialista médico. Será este profesional quien le indique al paciente cuáles son los ejercicios más seguros y efectivos para su problema.
Una dieta equilibrada puede prevenir los problemas de hernia inguinal y hacer más llevadero el proceso de curación en todos los pacientes.